Ya para ese entonces, el servicio telefónico contaba con solo cuatro mil teléfonos a nivel nacional, siendo todas manuales.
Luego en 1930, la empresa International Telephone and Telegraph Corporation (ITT), adquiere el 60% de las acciones, para el mes de diciembre, la primera central automática en el jirón Washington en Lima empieza a funcionar, con capacidad para 2000 líneas más.
Luego, en 1973, expropia a la CPT y a la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (fundada un año antes), siendo esta última quien asume los servicios que brindaba las sucursales peruanas de la ITT y la Ericsson en el interior del país y quedando la CPT con los servicios en el área metropolitana de Lima.
Ese mismo año lanzó su propia empresa de televisión por cable llamada Cable Mágico.
Durante el gobierno de Alberto Fujimori, las acciones de la Compañía Peruana de Teléfonos fueron vendidas a la empresa española Telefónica junto con la empresa estatal Entel Perú.