La comisión concluyó que la Unión Soviética había sido responsable de la masacre.Consecuentemente, el gobierno alemán se refirió mucho a la masacre en su propia propaganda en un intento de dividir a los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial.[3] Los soviéticos negaron su responsabilidad por el crimen de inmediato, y en su lugar, crearon su propia Comisión Estatal Extraordinaria encargada de falsificar documentos e informes forenses[4] para acusar a Alemania del crimen.[8] En noviembre de 2010, la Duma Estatal de Rusia admitió en su propia declaración oficial que oficiales soviéticos liderados por Iósif Stalin ordenaron a la policía secreta soviética NKVD bajo Lavrenti Beria cometer las masacres.[9] Entre las víctimas había 14 generales polacos, incluidos Leon Billewicz, Bronisław Bohatyrewicz, Xawery Czernicki (almirante), Stanisław Haller, Aleksander Kowalewski, Henryk Minkiewicz, Kazimierz Orlik-Łukoski, Konstanty Plisowski, Rudolf Prich (asesinado en Lviv), Franciszek Sikorski, Leonard Skierski, Piotr Skuratowicz, Mieczysław Smorawiński y Alojzy Wir-Konas (promovido póstumamente).