Combate de Abarrán

Durante el mismo, un destacamento español situado en Monte Abarrán fue atacado por una fuerza de cabileños del Rif, resultando muertos o desaparecidos veinticuatro españoles, cincuenta y nueve heridos, y un prisionero.Dicho avance se basaría en ganarse el apoyo de las cábilas que se encontrase a su paso el frente español, convertirlas en aliadas y hacer perder apoyos a Abd el-Krim.Para los españoles vencer en Alhucemas era crucial, no solo estratégicamente, pues estando Alhucemas en manos españolas la caída del Rif sería casi inminente, con una segunda línea fortificada y el suministro de agua, tan carente en esos lares, permanente.Si por el contrario fracasaban, los españoles tendrían que vérselas con todas las cábilas rifeñas en una retirada desastrosa en la que las belicosas gentes del desierto, acostumbradas al clima, podrían acabar rápidamente con los soldados españoles, mal entrenados y muchos de ellos novatos.Los demás soldados españoles están dispersos en posiciones interiores en las cábilas ocupadas, en pequeñísimas guarniciones.El punto designado para crear la posición es una colina llamada Dar Uberrán por los rifeños y Abarrán por los españoles.Es un territorio yermo, sin una aguada cercana (la más cercana es el propio río Amekrán, a unos 2 km de camino), sin piedras, circunstancia por lo cual no ayudaría más tarde en la construcción del parapeto, sólo tierra movida y arena.Temeroso de que los Beni Urriaguel tomen represalias por colaborar con los españoles deciden pedir ayuda a estos últimos.Además diseña un plan consistente en tres columnas móviles que en un efecto tenaza consiguiera dispersar a los Beni Urriaguel en la colina.También asegura darles una ayuda sustancial de hombres cuando los españoles cruzasen el río Amekrán.Se envía un telegrama al Alto Comisario, el general Berenguer, para informarle de la acción.El caíd le presenta al comandante los inconvenientes de la colina: Cuando hay más luz se empiezan a ver pequeños grupos de Beni Urriaguel merodeando por las colinas cercanas a Abarrán.La ayuda del exterior era casi imposible, pues ya se preveía que los rifeños, antes que hacer un ataque en masa a un punto de la colina, la cercarían, aislando a los españoles de todo socorro exterior.Los aliados de Tensamán, situados fuera del parapeto, empiezan a disparar con nefasta puntería.Los españoles, algunos Policías Indígenas y un grupo de Regulares, bien organizados por Salafranca, siguen disparando contra los moros que saltan el parapeto.El capitán Juan Salafranca Barrio moriría más tarde al ser abatido en la posición mientras dirigía la huida.Los hombres salen disparando a bocajarro contra los moros que se encuentran en el camino.Los últimos supervivientes salen huyendo de la posición en dirección a Annual o Sidi Dris, cayendo algunos desde los barrancos hasta el río Uad-el-Kebir (Amekrán).Se cree que hubo 76 desertores, todos moros y un prisionero, el teniente Flomesta.