Colirio

Sin embargo, con la córnea dañada (que lleva a prescribir medicación oftálmica) el tejido subyacente es susceptible de colonización bacteriana.

Los diferentes principios activos influyen en el punto isotónico, por lo que será necesario un reequilibrio, habitualmente con agua o con NaCl.

Por una parte lo ideal es que el colirio mantenga un pH cercano al de la lágrima, es decir entre 7.4 y 7.7.

Para corregir en lo posible el fenómeno será necesaria la adición de una sustancia tampón que manteniendo en el envase el pH más cercano posible a las características del fármaco, en contacto con la lágrima actúe modificando el pH hasta su agotamiento.

Así, nos encontraremos: Además, en ocasiones habrá que añadir, y en función de las características del principio activo, antioxidantes, secuestrantes o humectantes.

Pupila dilatada con un colirio diagnóstico.
Aplicación de un colirio en un hospital de Duala .