La N-525 era una de las dinamizadoras económicas del municipio ya que gracias a ella se mantenían muchos negocios, desde la gasolinera, pasando por bares, tiendas de comestibles y otras empresas.
Con la decadencia de dicha carretera comienza también la decadencia del municipio, que se suma a la tendencia regresiva general del mundo rural de las últimas décadas.
En 2017 está habitado por 271 personas, 142 hombres y 129 mujeres (INE), aunque muchas otras ocupan la localidad en fechas vacacionales.
[9] Su edificio más relevante es la iglesia de San Juan Bautista, situada sobre un promontorio que domina su casco urbano.
Los "quintos" o mozos del pueblo llevan un Ramo que ofrecen a la Virgen acompañado de un cántico (loa); por la tarde las mozas sacan en procesión a la Virgen junto al Ramo, finalizando el día con la subasta de las roscas.