Cuenta con una portada señorial con los escudos de los Sandoval (banda negra sobre oro) y los Rojas (cinco estrellas).
La Colegiata alberga en su interior grandes pilares cilíndricos con capiteles jónicos y preciosas bóvedas.
Las bóvedas son de estilo gótico y están compuestas por múltiples adornos ornamentales.
El retablo mayor está muy bien adaptado al presbiterio donde en su parte central se encuentra el sagrario creado en el siglo XVII.
Este retablo se soporta con columnas de origen salomónico y grandes pilares en los extremos.
En la parte baja del coro hay un arco que alberga una gran pintura realizada en el siglo XVII que representa una Cruz flanqueada por la Virgen y San Juan, y en la zona superior del coro hay una bella escultura, en busto, de Dios Padre.
Este órgano estaba bastante deteriorado, consistiendo la reforma en limpiar la caja y en añadir la trompetería.
La obra fue laboriosa porque la recuperación de la parte instrumental es un proceso complicado que termina con el afinamiento y la armonización del órgano.
Las líneas de sus cajas mantienen formas clasicistas pero comienzan a denotar algunas características barrocas.
Cuando se hacían antiguamente estas celebraciones iban acompañadas de procesiones, representaciones teatrales y misas cantadas.
Para esa ocasión se contó con la presencia de los grupos barrocos ‘Aldebarán’, ‘Divertimento’ o ‘Aula Boreal’ y la gran organista rusa Liudmila Matsyura.
Lleva unos guantes que le cubren las manos aunque dejan ver muy poquito sus dedos.