[6] En este sentido, el museo había ido adquiriendo fondos para su colección relacionados con estas investigaciones.
Además, la lectura de un episodio a otro no es necesariamente lineal, pues se provocaban deliberadamente saltos geográficos y temporales.
[7][8] Con estas declaraciones Manuel Borja-Villel desmintió la idea de que la reordenación había sido un hecho arbitrario o “un cambio de moda” y que, al igual que las exposiciones temporales y las actividades públicas, la colección tampoco podía obviar el cambio paradigma del momento actual.
[9][10][11] Para conseguir narrar este presente común, los episodios proponen una revisión crítica del pasado con una perspectiva actual, tratando de revertir las miradas patriarcales y coloniales.
Algunas de los recursos más empleados en la reordenación son: La presentación Vasos comunicantes está organizada en torno a 8 episodios, independientes pero conectados.
El primer episodio pone el foco en los espacios donde aparecieron y se fraguaron los movimientos artísticos de vanguardia de principios del siglo XX, resumidos en tres: las ciudades, la arquitectura y las revistas.
En cuanto a las ciudades, se presentan salas específicas dedicadas a París, Barcelona y Madrid que se contextualizan con obras emblemáticas de artistas como Pablo Picasso, José Gutiérrez Solana e Isidre Nonell y fotografías de autores como Alfonso (Alfonso Sánchez García) y su hijo, Alfonso Sánchez Portela.
[26] Ahora bien, este capítulo también da cierto protagonismo a las creaciones realizadas por la "vanguardia frívola”, llamada así por Jordana Mendelson en referencia a aquel movimiento formado por artistas que desde los espacios periféricos de las grandes ciudades participaban en eventos populares como escapatoria al control represivo del Estado.
Como contestación, también se recogen algunas derivas artísticas que se opusieron a este discurso, como las llevadas a cabo por Richard Hamilton, por los llamados artistas libres de Alba o los letristas franceses.
Exposiciones con las que el régimen franquista conseguía aumentar la visibilidad y la internalización del arte contemporáneo, mientras que se ponía en marcha “una nueva imagen gráfica del país”, con el Spain is Different enarbolado por el Ministerio de Turismo y cuyo concepto también tiene un papel destacado en este episodio.
Un espacio público que es destacado por la propia responsable del Departamento de Colecciones, Rosario Peiró:[35] En este capítulo destaca el espacio público como lugar primordial para la creación, eliminándose las fronteras entre la calle y el estudio, tal y como demuestran algunas de las obras que se incluyen en él, pertenecientes a artistas como Trisha Brown, Guy Debord o VALIE EXPORT.
A este esfuerzo se sumaron galerías españolas como la de Fernando Vijande, que estableció puentes con el arte internacional —especialmente el nortemericano— y que cuenta con una sala específica en esta reordenación dedicada a algunos de los artistas que expusieron en ella, como Juan Muñoz, Carmen Calvo o Susana Solano.
[41][42] Frente a este arte más institucionalizado, el episodio también alude a toda serie de "desobediencias" artísticas desarrolladas en la época, como las que aparecieron en galerías independientes de Nueva York como Artists Space o Metro Pictures o el colectivo de artistas anónimos malagueños Agustín Parejo School (APS).
Destaca la obra de Pedro Lemebel y su colectivo Las Yeguas del Apocalipsis, pero también la de José Leonilson, Feliciano Centurión y Pepe Espaliú, quien protagonizaría la reconocida acción colectiva Carrying.
Aparecen reperesentadas voces críticas con el proyecto, como las que se desprenden del proyecto Plus Ultra realizado por la comisaria Mar Villaespesa y la empresa de producción cultural BNV para el pabellón de Andalucía.
Aparecen expuestas obras de Francesc Ruiz, Marcelo Expósito, Allan Sekula, María Ruido, Wang Bing, Efrén Álvarez, Isaías Griñolo, Antoni Muntadas, Lawrence Abu Hamdan, Angela Melitopoulos, Alejandro S. Garrido o Rogelio López Cuenca, entre otros.
Una cuestión sobre la que también reflexiona Daniel García Andújar con su instalación audiovisual Postcapital Archive (1989-2001), que revisa especialmente la situación histórica, social y económica tras la caída del Muro de Berlín y los atentados terroristas contra las Torres Gemelas.