Además de dar vivienda a los peregrinos, el edificio también contenía un restaurante y tiendas.
La alarma de incendios se activó y aspersores entraron en operación.
Tan pronto como el colapso ocurrió, las personas cercanas comenzaron a excavar para tratar de remover los escombros.
Originalmente, el gobierno de Arabia Saudita declaró que trece personas murieron, pero esta cifra se elevó rápidamente, llegando a 76.
Los muertos fueron enterrados en el cementerio Jannat al-Mu'alla en La Meca, donde los musulmanes creen que los sahaba de Mahoma resucitarán en el día del Juicio.