Los coffee shops existen gracias a la tolerancia de drogas suaves en los Países Bajos.
En cada local, está permitido comprar hasta 5 gramos de cannabis puro por persona en un día.
Así mismo, también se puede comprar hachís por precios similares.
La carta (o menú) ofrece los diferentes tipos de cannabis disponibles en el coffee shop.
En otras ciudades de los Países Bajos también se encuentran coffee shops, pero en menor número.