[10] Se han hallado evidencias arqueológicas y arqueobotánicas en varias culturas ubicadas en el Periodo Formativo como Valdivia hasta el Horizonte Tardío como la Inca.
Para la mayoría de usuarios en los Andes, la hoja de coca sigue teniendo un carácter sagrado y cumple funciones tónicas, terapéuticas, sagradas y sociales.
Las hojas son recibidas y procesadas por la empresa Stepan Chemicals de Chicago, Illinois.
Los cocaleros se resisten porque la coca es importante para el sustento económico, pero sobre todo porque forma parte de la cultura tradicional andina, por lo que las políticas de erradicación norteamericana representan unas agresión al modo de vida andino y a sus costumbres.
También se utilizaron mecanismos legales que autorizan la producción de coca en algunas regiones, mientras que otras quedaron como zonas ilegales, afectando a las familias campesinas, y tildándolas de criminales, como encubridoras del narcotráfico.
Por otra parte, Estados Unidos nunca tuvo en cuenta que la hoja de coca es un cultivo tradicional de la zona andina, vinculado al mal de altura, la medicina tradicional y diferentes rituales religiosos.