Cobertura (telecomunicaciones)

[1]​ Suele aplicarse a comunicaciones radioeléctricas, pero también puede emplearse en servicios de cable.

Las estaciones transmisoras y las compañías de telecomunicaciones generan mapas de cobertura que le indican a sus usuarios el área en la que ofrecen sus servicios.

La cobertura dada por un satélite se suele denominar huella satelital, corresponde al área en tierra que cubren sus transpondedores, y determina el diámetro requerido por las antenas satelitales para que puedan recibir eficientemente la señal de dicho satélite.

Pueden existir diferentes mapas para cada transpondedor (o grupo de transpondedores) ya que ellos pueden estar orientados para cubrir diferentes porciones de la tierra.

No necesariamente tiene que estar lloviendo en cierta localidad para que la señal se vea afectada por la atenuación por lluvia, pues dicha señal pudo haber pasado a través de lluvia o nieve a kilómetros de distancia, sobre todo si la antena satélite tiene un ángulo de elevación muy bajo.

Un ejemplo de una huella elíptica con área de recepción en Alemania, Austria y Suiza. Se indica en el borde de las elipses el diámetro necesario de las antenas.