Coach Carter

Carter entrena al equipo, imponiendo una estricta disciplina, lo que les permite ganar su primer partido.

El hijo del entrenador (Carter), Damien, se une al equipo, después de abandonar la escuela San Francisco para así poder jugar con su padre.

Cruz intenta volver a unirse al equipo de baloncesto después de verlos en su último partido, pero Carter le recuerda que, si quiere volver, le "debe" 2500 flexiones y 1000 "suicidios", y tenía hasta el viernes para completar esta rutina.

El equipo finalmente gana un torneo, y son invitados a una fiesta en una mansión de un barrio rico.

El chico, desconsolado y confundido, acude a la casa del entrenador Carter, quien, al ver la desolación de Cruz, le permite volver.

Cruz revela a Carter su miedo más profundo, que Carter le pidió que le dijera en varias ocasiones en la película: es no poder cumplir con su verdadero potencial, según una cita de Marianne Williamson.

Finalmente, los jugadores mejoran sus calificaciones y se les permite jugar al baloncesto otra vez.