Fue desarrollado por primera vez en 1994 por Donald Becker y Thomas Sterling en la NASA, agruparon 16 procesadores Intel DX4 de 100 MHz, los interconectaron con tecnología Ethernet a 10 Mbps, en equipo viejos con Linux instalado como sistema operativo,[1] pero más tarde se continuó el desarrollo una comunidad internacional interesados en la computación científica.
Para que un grupo de computadoras pueda ser considerado un "Beowulf" deben cumplir ciertos requisitos como, contar con un monitor y un teclado.
Migrar a otros protocolos de red más eficientes, implicaba costos muy elevados.
Proporcionar a los usuarios sistemas consistentes, básicamente, en componentes que se tienen a disposición o que pueden conseguirse fácilmente en el mercado cibernético abriendo la posibilidad de satisfacer las necesidades de cómputo paralelo, tuvo un gran éxito, que la idea se propagó rápidamente a través de la NASA y los grupos académico y científico.
Migrar a otros protocolos de red más eficientes, implicaba costos muy elevados.
Gracias a estas configuraciones, las universidades con recursos limitados y sin acceso a una supercomputadora, encontraron una excelente opción de acceso al cómputo de alto rendimiento, para trabajar problemas científicos complejos que utilizan programas o códigos paralelos.
El Cluster Beowulf posee una arquitectura basada en multicomputadoras o memoria distribuida, lo cual puede ser utilizado para la computación paralela.
Se comunican por medio de una red Ethernet, Fast-Ethernet, Giga-Ethernet u otra.
Actualmente el Clúster Beowulf se construye típicamente con varias computadoras estándar, conocidas como nodos, las cuales están conectadas a través de una red de alta velocidad como lo es Ethernet o InfiniBand y están regidas por un nodo maestro.
Su demanda está asociada básicamente a programas o aplicaciones que requieren enormes recursos computacionales.