Después de lograr el ascenso a la máxima categoría del voleibol español,[1] el conjunto melillense afrontaba su primera temporada en la Superliga, la 2015/2016.
La temporada siguiente, la 2018/2019, la cuarta consecutiva en la élite del voleibol español, el equipo empieza la primera vuelta con malos resultados.
Esto solo servirá para que el club y la ciudad se pongan manos a la obra para construir un equipo de garantías.
Esta temporada acabaría 'in extremis' con la salvación en la última jornada ante Barça y, por lo tanto, el derecho a conservar la categoría un año más.
La siguiente temporada contaría con una renovación de la plantilla y manteniendo en la dirección técnica del equipo a Salim Abdelkader.
A falta de dos jornadas por disputarse para cerrar la temporada regular y solo con dos victorias en toda la competición, el equipo ya estaba matemáticamente descendido.
Jugadores como César López[4] y José Osado[5] procedentes del Voley Textil Santanderina, Federico Martina o Juan Martín Riganti llegados desde la liga argentina o Maximiliano Scarpin del Saint-Quentín Volley francés, revitalizaron una plantilla que iba a tener como última incorporación a un viejo conocido del club, Javier Monfort, quien había estado la última temporada en el Vecindario ACE Gran Canaria.
[6] La primera vuelta fue sobre ruedas con victorias claves y resultados apretados como la derrota en el Pabellón de Son Moix contra Urbia Voley Palma que acabarían perdiendo en el tiebreak.
Así, Melilla aseguró la quinta plaza y su presencia en los playoffs por el título por primera vez en su historia.
El equipo consiguió conquistar Son Moix con un 1-3[11] y alcanzar las semifinales de los Play Offs por el título por primera vez en su historia.