Las cloraminas son derivados de amoníaco y aminas orgánicas en los que uno o más enlaces N-H han sido reemplazados por enlaces N-Cl.
Las cloraminas inorgánicas comprenden tres compuestos: monocloramina (NH2Cl), dicloramina (NHCl2) y tricloruro de nitrógeno (NCl3).
La monocloramina, o simplemente cloramina, tiene una gran importancia como desinfectante para el agua.
Entre ellas destacan la N-cloromorfolina (ClN(CH2CH2)2O), N-cloropiperidina y cloruro de N-cloroquinuclidinio.
[4] Las cloraminas se producen comúnmente por la acción de la lejía sobre aminas secundarias: El hipoclorito de terc-butilo se usa a menudo en lugar de lejía:[5] Las cloraminas también se forman por reacción del cloro con el amoníaco introducido en las piscinas por la transpiración humana, la saliva, el moco, la orina y otras sustancias biológicas, y por los insectos y otras plagas.