[2] Generalmente el clivaje está asociado a pliegues con una orientación igual o muy parecida a la del plano axial del clivaje.
[2] El clivaje no debe confundirse con las fracturas pues estas últimas conllevan siempre una pérdida de cohesión lo que no es necesariamente el caso para el clivaje.
[2][3] La pizarrosidad es un clivaje típico de las pizarras y que permite utilizar algunas de estas rocas para tejados.
[4] La pizarrosidad se debe a las disposición en planos de granos inecuantes microscópicos.
[4] Dado que los granos finos que componen una pizarra tienden a depositarse con orientación aleatoria la pizarrosidad es una característica posterior adquirida por la reorientación y recristalización de sus granos en un ambiente metamórfico y tectónica compresiva.