En geología, la fisibilidad es la capacidad o tendencia de una roca a dividirse siguiendo planos de fractura,[1][fuente cuestionable] orientados paralelamente al sentido de estratificación en las rocas sedimentarias.
La fisibilidad es el resultado de procesos sedimentarios o metamórficos.
[3] En las rocas metamórficas se desarrollan debido a procesos de recristalización y a la generación de minerales micáceos.
El efecto de la bioturbación se ha documentado bien en los núcleos de esquisto muestreados: más allá de las profundidades críticas variables donde los organismos excavadores ya no pueden sobrevivir, la fisibilidad del esquisto se volverá más generalizada y mejor definida.
[5] Sin embargo, en la terminología de los análisis geotécnicos, no es infrecuente que los términos esquisto y lutolita se empleen indistintamente.