Claudine

Nace de género femenino, sin embargo desde temprana edad defiende ser un hombre (véase identidad de género), a lo que su madre le lleva al ya citado psiquiatra, quién asegura que está sano.

La tercera mujer en la vida de Claude es una bailarina llamada Sirene a la que conoce durante sus estudios universitarios.

Mantienen una relación durante varios años, sin embargo Sirene le termina abandonando por uno de sus hermanos.

En los segmentos finales de la narración, el psiquiatra asegura a la audiencia que Claude es un hombre trans.

El hijo más joven de una familia aristocrática francesa caracterizado por su buen porte, nobleza e inteligencia.

Dependiendo del personaje ve su identidad de género aceptada o no, lo que le lleva a sufrir una complicada vida romántica llena de sufrimiento que le aboca al suicidio.

Al final de la historia habla brevemente con Claude para afirmar que siempre le vio como un hombre.

El primer interés romántico de Claude, una hermosa joven a la que adoptan como criada.