Claude Bloodgood

Hijo de emigrantes alemanes, no es seguro si nació en México o directamente en Alemania.

Hoy en día, más de cincuenta años después, el sistema sigue usándose de forma más o menos idéntica a como Claude Bloodgood lo encontró.

Mientras se entretenía con el ajedrez, Bloodgood comenzó a tener problemas con la justicia.

Así, asignarle unos puntos iniciales y esperar a que los vaya subiendo resulta un poco injusto.

Algunos jugadores lo han hecho por la puerta grande, como Kasparov, que en su primer torneo válido para ranking consiguió un resultado extraordinario e, inmediatamente, pasó a formar parte de los 20 mejores jugadores del mundo, de acuerdo al Elo.

A diferencia de lo que podría pensarse, no es necesario jugar con jugadores muy fuertes para sumar muchos puntos.

Por ejemplo, si Kasparov gana una partida a Karpov, consigue unos 5 puntos de Elo.

Bloodgood, con su ingenioso sistema, consiguió auparse en 1996 como segundo mejor ajedrecista estadounidense.

Así, como en la forma de una pirámide, los jugadores derrotados se hundían en la clasificación y los vencedores iban ascendiendo.

El número de vencedores era cada vez menor, pero permitía subir a otro grupo.

El asombro entre los jugadores de los Estados Unidos no podía ser menos.

Sin embargo, los miembros de la Federación tenían un mal trago que afrontar: según la normativa, por su elevado rating, Bloodgood debía ser invitado al Campeonato Nacional de los Estados Unidos.

En cualquier caso, Bloodgood no podría salir de la cárcel para jugar ese torneo.

Desde luego que engaños tan evidentes no han ocurrido de nuevo, pero trampas como la aquí indicada ocurren casi a diario, desde torneos de barrio hasta grandes competiciones internacionales.