Se caracteriza por trepar por los troncos de altos árboles.
Pecíolos gruesos, herbáceos, glabros, 10 a 15 cm de largo.
Los indígenas plantan esquejes, enterrándolos verticalmente unos 20 cm y dejando otro tanto hacia afuera, generalmente recostado al árbol alto, al que esperan se enredará la nueva planta, que puede producir alimento hasta por 40 años.
Sus zarcillos o cirros tuberosos son preparados por los indígenas en hornos de la tierra.
ex Baker y publicado en Monographiae Phanerogamarum 5: 550–551, en el año 1887.