Mariano Luis de Urquijo

[5]​ Urquijo también se caracterizó por impulsar reformas de carácter ilustrado, que sus antecesores ya dejaron esbozadas pero que por diferentes razones no se atrevieron a emprender.

[8]​ Su política ilustrada y su carácter altivo le acarrearon poderosos enemigos, pertenecientes a la facción cortesana "jesuita" o "beata", dirigida por Manuel Godoy.

Su cese desató una purga política hacia quienes habían sido sus apoyos, fuesen o no jansenistas.

[11]​ Durante esta etapa de proscripción, que se extendió en el tiempo hasta la entronización de Fernando VII Urquijo escribió unos interesantísmos Apuntes para la memoria sobre mi vida política, persecuciones y trabajos padecidos en ella,[12]​ de gran valor como documento histórico y como testimonio personal.

[14]​ Fue la primera referencia a los fueros en un texto constitucional, la única en el siglo XIX.

Su papel político fue de primera magnitud, cuya influencia superaba incluso las responsabilidades oficiales que tenía encomendadas.

Especialmente destacó por su hostilidad hacia los Borbones, las órdenes religiosas y los Grandes de España, defendiendo además que los bienes de los que hubieran huido fuesen embargados.

Al margen de su actividad política, se convirtió en un rico propietario gracias a la desamortización josefina.

Un año más tarde dirigió una representación a Fernando VII solicitando con más honradez y valentía que posibilidades de éxito el perdón para todos los afrancesados que se habían visto obligados a escoger el camino del exilio.

Se ponía así fin a la vida de un personaje trágico, donde se mezclaban de manera mórbida rasgos del viejo y del nuevo mundo, que terminó siendo superado por los acontecimientos.

Retrato de Mariano Luis de Urquijo (1798-99), por Francisco de Goya ( Real Academia de la Historia , Madrid ).
Tumba de Mariano Luis de Urquijo en el Cementerio del Père-Lachaise , ( París ).