Según su biznieto, el escritor Francisco Nieva, en su libro de memorias Las cosas como fueron (2002),[1] tuvo un hijo natural con una concuñada, Paula, que fue encerrada por su familia en su casa hasta el fin de sus días, con el pretexto de que estaba loca, a resultas de lo cual enloqueció realmente.
[3] Escribió una gramática griega que fue declarada libro de texto de segunda enseñanza y alcanzó cuatro ediciones.
Resulta novedosa al dividir los tiempos del verbo en principales (presente, futuro, perfecto) y secundarios (imperfecto, aoristo y pluscuamperfecto): el imperfecto se forma del presente, el aoristo del futuro y el pluscuamperfecto del perfecto.
Tiene apéndice de prosodia, acentos, dialectos y números.
Enfermó gravemente a comienzos de 1876 y murió al año siguiente.