Para evitar que los vehículos alcancen al público, las calles se suelen delimitar con muros de cemento, guardarraíles y/o mallas de acero.La superficie suele ser más irregular y menos adherente que en un autódromo, lo que sumado a las escasas vías de escape los hace más peligrosos para los pilotos.Además los adelantamientos son mucho más difíciles debido a la anchura del circuito, que suele ser poca ya que no está diseñado, en un principio, para carreras.Hasta el surgimiento de los circuitos permanentes, los circuitos callejeros y los ruteros eran la norma.Este tipo de carreras sirve tanto como promoción turística de la ciudad como para sortear la falta de circuitos permanentes.