Las primeras referencias al cine pornográfico en España la constituyen una serie de películas de los años veinte rodadas en Barcelona por encargo del Conde de Romanones, que actuaba en nombre del rey Alfonso XIII, un gran aficionado al género y al erotismo en general, según cuenta el investigador Román Gubern.
Otros consideran que el primer largometraje porno español sería, tras el auge que tuvo el género en los años setenta en todo el mundo y en Estados Unidos en concreto, Lilian, la virgen pervertida, film de Jesús Franco estrenado en 1984.
Entre 1984 y 1987 Franco dirigió once películas pornográficas, como Entre pitos anda el juego (1985) con Lina Romay.
El número de actores y directores ha aumentado en la primera década del siglo XXI, y algunos han cobrado relevancia en los medios de comunicación generales, como los directores Hermanos Lapiedra o Torbe, representante del porno-freak español, o el actor Nacho Vidal, actor de fama internacional.
Desde 2008 la industria del porno español vive salvo excepciones afectada por la crisis general y por la propia crisis en particular, al estar el mercado del porno más en auge en internet que en los formatos tradicionales (VHS, DVD).