Los cilindros hidráulicos son mecanismos que constan de un cilindro dentro del cual se desplaza un émbolo o pistón, y que transforma la presión de un líquido, generalmente aceite, en energía mecánica.
El cilindro hidráulico consiste básicamente en dos piezas: un cilindro barril y un pistón o émbolo móvil conectado a un vástago.
El cilindro barril está cerrado por los dos extremos, en uno está el fondo y en el otro, la cabeza por donde se introduce el pistón, que tiene una perforación por donde sale el vástago.
La presión hidráulica actúa en el pistón para producir el movimiento lineal.
Según la versión, el cilindro puede realizar fuerzas de tracción y/o compresión.