Cervus elaphus

[3]​ Se admite que los ciervos del oriente asiático y los de Norteamérica pertenecen a la especie propia Cervus canadensis.

[11]​ Para ello, las cuernas se han estado desarrollando durante el verano, adquiriendo mayor tamaño, longitud y número de puntas a medida que avanza la edad del ejemplar.

[12]​ Durante toda la época de reproducción, los machos no se alimentan y pasan todo el día luchando entre ellos o copulando con las hembras que se hayan ganado, de tal manera que no es raro que muchos mueran de hambre y puro agotamiento si el año ha sido malo y no han acumulado reservas suficientes para el invierno.

Tras la época de celo, los machos abandonan normalmente la manada conquistada, aunque algunos se quedan en ella durante una temporada.

Para febrero todos los individuos han perdido ya sus cuernos y procederán en los meses siguientes a renovarlos.

Las hembras preñadas durante el otoño paren una cría o dos ocho meses después, a comienzos del verano.

En América del Sur se considera que el ciervo tiene un efecto negativo en la ecología local,[cita requerida] compitiendo con especies nativas de los herbívoros y los cambios en la flora.

Primer plano de un gran ejemplar de ciervo durante la berrea
Manada de ciervos.
Ciervos luchando cabeza contra cabeza.
C. e. bactrianus .
C. e. hispanicus .
Uapití, ciervo norteamericano.