Ciencia ficción de Chile

[3]​ Desde entonces, múltiples historiadores y académicos se han dedicado a reconstruir la tradición literaria en torno a esta forma de literatura, descubriendo una historia mucho más rica y extensa de lo inicialmente descrito.

Los agentes más involucrados con esta labor han sido Andrea Bell, Moisés Hassón, Roberto Pliscoff, Macarena Areco, Marcelo Novoa, Macarena Cortés, Omar Vega, Luis Saavedra, con un trabajo que continúa sumando aportes hasta el día de hoy.

[2]​ Bradbury presentó relatos del autor chileno en The Magazine of Fantasy and Science Fiction, cuyo editor científico en ese momento era Isaac Asimov.

Este último aportó un trabajo original en torno a la teoría literaria de la ciencia ficción.

Este último, editado por Rodrigo Mundaca, alcanzó a publicar catorce números entre los años 2003 y 2011.

[17]​ Así también, aparecen convenciones organizadas por un fandom local, como la Feria de Ciencia Ficción ARKA.

Pueden mencionarse autores como Luis Saavedra, Rodrigo Juri, Pablo Castro, Sergio Alejandro Amira, Diego Muñoz Valenzuela, Darío Oses, entre otros.

[7]​ Dos acontecimientos relevantes durante año 2005 dan origen al que puede considerarse un nuevo periodo.

Desde Júpiter (1877) por Francisco Miralles bajo el pseudónimo Saint Paul, considerada la primera novela de ciencia ficción chilena.
Hugo Correa Márquez (2008)
Alejandro Jodorowsky, ha realizado un trabajo importante en la historieta de ciencia ficción .