Christine fue la décima hija de Seyfried Ebner y Elisabeth Kuhdorf.
Se hizo monja dominica y comenzó a tener visiones.
Su confesor, Conrado de Füssen, fue quien la animó a poner esas visiones por escrito.
Practicaba un régimen de auto privación y autoflagelación y tras una grave enfermedad a los 16 años empezó a tener visiones.
Cuando cumplió los 20 años era famosa fuera de su monasterio y en 1350 el emperador Carlos IV pidió su bendición.