[1] Los orígenes se remontan a los ancestros prehispánicos, que lo elaboraban desde antes de la conquista, el platillo se elaboraba con puerco tipo jabalí;[2] esta receta se conoce desde hace 500 años aproximadamente y se cree que fue usada como medio para conservar la carne guisada, ya que los condimentos actúan como conservadores naturales al igual que la manteca de cerdo, del mismo modo que un embutido, solo que este no viene empacado en ninguna tripa o seso.
[3] Para la preparación del chilorio como se prepara en Sinaloa es muy importante que todos sus ingredientes sean de buena calidad.
La carne se pone a cocer en un recipiente de acuerdo a la cantidad de carne de cerdo que se va a preparar; una vez que la carne está cocida, se mezcla con la pasta de los demás ingredientes que se ha preparado con anterioridad, y se empieza a mezclar con una pala de madera hasta que carne y pasta estén totalmente integrados; se sigue revolviendo hasta que la carne y demás ingredientes ya estén integrados y tengan el color rojizo del chile.
Se consume principalmente en el norte de México, pero con el envasado en latas o bolsas de plástico a nivel industrial ha llegado a todos los rincones del país.
En el estado de Sinaloa este producto es tan versátil que puede tanto comerse guisado con tan sólo un poco de cebolla o revuelto con unos huevos o mezclado con papas.