Se encuentra en el Museo Calouste Gulbenkian, Lisboa, cuyo fundador lo adquirió a través de André Weil en Nueva York en noviembre de 1943.
La obra, que es un óleo sobre lienzo, representa al supuesto hijo natural del artista, Léon Koelin-Leenhoff, y como tal se inscribe en la serie de retratos que representan al joven.
Léon Koelin-Leenhoff era posiblemente su hijo ilegítimo, nacido antes del matrimonio con Suzanne Leenhoff.
Sin embargo, en el presente caso el contenido alegórico no se superpone a la autonomía plástica del discurso visual.
Manet crea su expresión autónoma e impone a partir del motivo una afirmación de su percepción sensorial, su subjetividad.