Pudo haber sido cultivada por Jan van Riebeeck en 1655, lo que la convertiría en la primera vid plantada en ese país.
[1] También pudo haber sido llevada a Sudáfrica por los hugonotes que dejaron Francia tras la revocación del edicto de Nantes, en 1685.
La Chenin blanc estuvo presente durante mucho tiempo en Australia sin identificarse su variedad, por lo que no es fácil elaborar la historia de esa uva en aquel país.
Podría haber sido introducida con la colección de vides que llevó James Busby en 1832.
[4] El ampelógrafo francés Pierre Galet teorizó que la Chenin blanc se había originado en la región de Anjou en el siglo IX y, desde ahí, se extendió a Turena a finales del siglo XV.
Al parecer crecía en el bancal izquierdo del río Loira, en los viñedos dos individuos llamados Soulangé y Bessé.
[6] El escritor francés François Rabelais (1494–1553) escribió sobre los vinos blancos de Anjoy, y mencionó las cualidades medicinales esta uva al final del capítulo XXV de Gargantua:[7] La uva se extendió a Sudáfrica desde Francia.
[3] En 1999 el análisis de ADN demostró que la Chenin blanc tiene una relación filial con la uva del Jura savagnin.
[6] A lo largo de los aós, la Chenin blanc se ha confudido frecuentemente con otras variedades con las que no mantiene una relación genética cercana.
[6] No obstante, en los años cálidos, el equilibrio entre el clima marginal del Loira y el calor necesario para que la uva alcance su madurez total da a la uva el potencial de producir vinos con cierta profundidad, profundidad y finura.
[3] En el Loira, las regulaciones francesas indican que los rendimientos se deben mantener por debajo de las 40-50 hl/ha.
En estos niveles, los monovarietales de Chenin blanc tienen unos característicos aromas florales y amermelados.
[4] La vid es una variedad naturalmente vigorosa y propoensa a desarrollar muchos brotes si no se controlan sus rendimientos.
En esos casos, los cosechadores dejan las uvas más maduras en la vid hasta que se arruguen (passerillé) y sean afectadas posteriormente por la pudrición noble.
En las áreas que experimentan gran variación entre las añadas, los productores pueden optar por hacer vinos distintos en función de la cosecha.
En China, Nueva Zelanda, Canadá y Argentina se considera una plantación preponderante en varias regiones.
Por esto, Savennières es de las pocas zonas del Loira donde se producen sobre todo vinos secos.
[6] La variedad fue introducida en el país en la colección enviada por Jan van Riebeeck con la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.
[6] No fue hasta 1965 cuando los ampelógrafos identificaron las numerosas plantaciones de steen como Chenin blanc.
Durante esta etapa, se puso el foco en la producción de vinos semisecos, limpios y frescos que eran más neutrales en sabor y podían adaptarse mejor a la demanda internacional de vino blanco.
Su objetivo era producir vinos que exhibiesen los aromas únicos de la Chenin y comercializarlo.
En 1990 había 18 ha de Chenin blanc plantados en Oregón, pero en 2001 fueron arrancadas y solo se dejaron unas pocas.
Los vinos producidos en Australia Occidental son los que han recabado más atención por parte de los críticos.
Existen viñedos con esta variedad desde hace muchos años en México, Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela.
[6] La experta en vino Jancis Robinson ha notado que la Chenin blanc es probablemente la uva más versátil del mundo.
Puede mezclarse en vinos premium tanto dulces como secos, lo que le hace comparable con la uva alemana riesling.
Robinson dice que en muchos aspectos la Chenin blanc es el equivalente francés a la Riesling alemana.
La acidez característica de la uva se puede suavizar con la fermentación maloláctica, que da al vino una textura más cremosa, como si hubiese pasado un tiempo envejeciendo con su poso.
No obstamte, a medida que envejecen, los vinos de Chenin blanc se hacen más propensos a pasar por fases "vagas", donde el vino muestra poco aroma y pocas características propias de la variedad.
Los vinos más dulces pueden acompañar bien plantos picantes de comida asiática o hispana.