El charol es un tipo de cuero recubierto que tiene un acabado muy lustroso y brillante.
[1][2] El proceso de recubrimiento fue llevado a los Estados Unidos y mejorado por el inventor Seth Boyden de Newark, Nueva Jersey, en 1818, comenzando el proceso de fabricación comercial el 20 de septiembre de 1819.
[3] El charol moderno normalmente tiene un recubrimiento plástico.
La palabra charol viene del portugués charão y este del chino chat liao,[4] que significa ‘materia que barniza’;[cita requerida] así pues, el «charol» era primero un barniz de una calidad especial que le permitía no agrietarse, por lo que podía ser aplicado a una superficie flexible como el cuero.
De ahí que, en una época en la que la gente no se atrevía a salir a la calle con los zapatos sin lustrar, los zapatos de charol fuesen muy apreciados.