Charlie Chan

Es más bien corpulento, aunque no puede decirse que sus movimientos carezcan de soltura y gracia.

Sus faltas gramaticales al hablar inglés y su acento notoriamente chino hicieron de este personaje un detective único en su género.

Chan era visto como un personaje atractivo, inteligente, heroico, benevolente y honorable; esto contrastaba con la manera en que los asiáticos eran representados típicamente en Hollywood y los medios nacionales como confabuladores o malévolos a comienzos del siglo XX.

Muchos críticos encuentran objetable actualmente que el papel fuera interpretado en las pantallas por actores blancos estadounidenses maquillados para parecer asiáticos, si bien los personajes secundarios de su familia fueron interpretados por actores y actrices genuinamente asiático-estadounidenses, como Keye Luke.

En 1919,[8]​ mientras visitaba Hawái, Biggers planeó una novela policíaca que se llamaría The House Without a Key (La casa sin llave).

[9]​[10]​[11]​ Biggers, a quien no le gustaban los estereotipos del peligro amarillo que encontró al llegar a California,[12]​concibió explícitamente el personaje como una alternativa: «Los chinos siniestros y malvados son viejos, pero nunca se ha utilizado un chino amable del lado de la ley y el orden».

[17]​ Según la crítica Sandra Hawley, esta descripción de Chan permite a Biggers retratar al personaje como no amenazador, lo contrario de los personajes chinos malvados, como Fu Manchú, al tiempo que subraya características supuestamente chinas como su impasibilidad y estoicismo.

El crítico John Soister sostiene que Charlie Chan es ambas cosas; cuando Biggers creó el personaje, ofreció una alternativa única a los estereotipos de chinos malvados, un hombre que era al mismo tiempo «lo suficientemente servicial en su personalidad... poco amenazador en su comportamiento... y alejado de su patria asiática... para sofocar cualquier xenofobia subyacente».

[24]​ Keye Luke, actor que interpretó al hijo de Chan en varias películas, estuvo de acuerdo; cuando se le preguntó si pensaba que el personaje era denigrante para la raza, respondió: «¿Denigrante para la raza?

[40]​ Huang Yunte pone como ejemplos «Lengua suele colgar al hombre más rápido que soga» ),[41]​ «Mente, como paracaídas, solo funciona cuando se abre» y «Hombre que coquetea con dinamita a veces volar con ángeles».

Sin embargo, sostiene que estos «aforismos coloridos» exhiben «asombrosas habilidades acrobáticas lingüísticas».

Como el «mono que da a entender» del folclore afroestadounidense, continúa Huang, Chan «imparte tanto insulto como sabiduría».