Nació en Rochester y fue el quinto hijo de John Longley.
Se ordenó en 1818 y fue nombrado vicario de Cowley, Oxford, en 1823.
[2] En 1862, sucedió a John Bird Sumner como arzobispo de Canterbury.
Poco después se le remitieron los asuntos relacionadas con la deposición del obispo John William Colenso, pero, aunque Longley consideraba heréticas las opiniones de Colenso y su deposición justificada, se negó a pronunciarse debido a las dificultades jurídicas del caso.
Su cuerpo fue enterrado en la Iglesia de Santa María la Santísima Virgen en Addington.