Chaïm Perelman
En 1962 Henry W. Johnstone y Robert Oliver invitaron a Perelman para que ocupara un puesto en la Universidad Estatal de Pensilvania como profesor visitante distinguido.Johnstone creó la influyente revista Philosophy and Rhetoric, y Perelman se acreditó en los Estados Unidos como teórico sobre argumentación y en las dos décadas siguientes continuó publicando trabajos relacionados con sus teorías o emanados de la Nouvelle rhétorique.Perelman empleará este mismo acercamiento en los progresos futuros de la Nueva Retórica y en escritos subsecuentes sobre Teoría del Derecho.El libro se divide en tres secciones y cubre los principales conceptos que figuran en cada uno.Estas consideraciones determinan qué información constituye "hechos" y "carácter razonable" y ayuda así a determinar a la audiencia universal que, lateralmente, constituye el acercamiento del orador.El tratamiento de Perelman del valor y su opinión sobre la retórica epidíctica fija su acercamiento.La "Oratoria epidíctica", arguye Perelman, "tiene significación e importancia para la argumentación porque determina la disposición hacia la acción aumentando la adhesión a los valores que alaba" (1969, p. 50).Estos valores, por otra parte, centran la persuasión en las discusiones de cualquier género retórico, puesto que el orador procura siempre "establecer un sentido de comunión centrado en torno a los valores particulares reconocidos por las audiencias" (1969, p. 51).Ni hechos ni verdades proporcionan oportunidad para el conflicto; Perelman explica que la presuposición de una realidad coherente con hechos y verdades tomados en conjunto no puede generar ningún conflicto para tomar una decisión.Si la discusión requirió presunciones de oposición, sin embargo, el orador puede volcar la opinión anterior probando un caso opuesto.Los valores, tanto concretos como abstractos, pueden también constituir puntos de partida, pero ninguno se debe tratar como universal.Una audiencia valora la justicia y la utilidad, por ejemplo, solamente si una discusión puede requerir una determinación de la preferencia entre las dos.Entre ellas el orador puede elegir acentuar o dar presencia a ciertos elementos mientras que desenfatiza otros.Otras argumentaciones cuasilógicas incluyen relaciones de división, reciprocidad, comparación, sacrificio y probabilidad.Sin embargo la recepción positiva del nuevo retórico compensa de lejos su crítica.Su obra principal, el Tratado, ha sido traducida entera o parcialmente a nueve idiomas y se considera en general como una de las formulaciones modernas más influyentes y ambiciosas de la teoría retórica.Ha sido la suya una contribución fundacional en la teoría de la argumentación de los últimos treinta años y ha marcado con su influjo estudios que se han extendido además desde la Filosofía del derecho a la psicología social y la geografía política.En 1997, el erudito David Frank sugirió una gran influencia del Talmud en la filosofía de Perelman.[4] Gross y Dearin, defensores principales de la perspectiva aristotélica, publicaron un libro comprensivo, Chaim Perelman, en 2003.