Se cree que habitó la isla hasta el Pleistoceno superior y que su extinción se debió a sucesos volcánicos mucho antes de la llegada del ser humano.
En esta isla los restos más célebres son un nido con huevos fosilizados que fueron encontrados en un sustrato volcánico en el sur de Tenerife, en el actual municipio de Adeje.
Si bien también se han encontrado restos de huesos y caparazones.
[6] Esta especie de tortuga gigante fue descrita en 1926 por Ernst Ahl, siendo la primera vez que se describía una tortuga gigante endémica de las islas Canarias.
[2][7] En la isla de Gran Canaria existió otra especie llamada Centrochelys vulcanica.