La ciudad de Olinda tuvo una importancia económica a finales del siglo XVI, hecho que motivó la invasión holandesa.Después de su expulsión, la ciudad comenzó a ser reconstruida, pero no recuperaría su anterior esplendor.Hasta el inicio del siglo XX, por esta causa, Olinda mantuvo preservada su arquitectura.La arquitectura civil, al contrario que la religiosa, es simple, cercana a otras ciudades brasileñas de la época.Recibió influencia de la arquitectura portuguesa, pero adaptada al clima tropical del lugar.