En 1837 ya se habían construidos tres baños, la galería, el pasillo techado y los característicos arcos ojivales.
[1] Posteriormente pasa a manos del comerciante don Antonio Puga Álvarez, que adquiere el terreno el 31 de mayo de 1882, Antonio Puga construye la primera alberca pública bautizada con su apellido y el Hotel San Carlos.
Los baños perdieron 40% de su terreno y la mayor parte del área ocupada por los lavaderos públicos.
El sitio fue paulatinamente abandonado y debido a su desuso se planteaba demolerse.
[1][4] En 1990 el INAH logró que el sitio fuera declarado Monumento Histórico Nacional, un poco después fueron adquiridos por el gobierno.