En este levantamiento quedó por primera vez identificadas las provincias de Valparaíso, Maule, Atacama y Ñuble, completando la caracterización del territorio nacional con las nueve existentes.
La cantidad de habitantes, registrados en este censo, varía según diferentes publicaciones.
La Oficina de Estadística, con escasos recursos humanos y técnicos, suplía esta dificultad con arrojo: Manuel Talavera y, posteriormente, Santiago Lindsay, en el rol de Director, comenzaron las labores con mucha anticipación.
Por otro lado, el gobierno central preparaba las condiciones que ayudarían a lograr el éxito tan anhelado en la tarea propuesta, para contrarrestar el fracaso del censo anterior.
Es así, como se diseñó un formulario que incluía las categorías básicas para la caracterización del pueblo chileno y que, al mismo tiempo, salvaguardara legalmente las dificultades ya conocidas.