Se basa en la historia real del atleta Francisco Lázaro.
El autor admite que esta es su obra más feliz (a pesar del título), y evoca la trascendencia como el tema principal del libro.
Los narradores son padre e hijo, y esta sucede en tiempos diferentes, que se superponen a veces.
Hablan de la muerte, no para indicar el fin, sino la renovación, el eslabón entre las generaciones y la continuación: el padre - relación entre dos Franciscos, iguales en el nombre y en el destino, y otro progenitor - nace el día de la muerte de ese primer Lázaro; el hijo, nieto de su homónimo, muere el día en que su mujer da a luz.
[1] La obra representa una familia de Benfica (Lisboa) y se dirige a la muerte como no sólo al final, sino también la continuidad a través del legado vivo.