Para entonces no existían leyes en los Estados Unidos que regulasen la caza ya sea deportiva o de subsistencia.
El artículo X de la constitución del club declaró que abatir a una presa mientras esta nadaba era una "ofensa" y que ante una acción de ese tipo, un miembro podría ser suspendido o expulsado del club.
[6] En 1893, Roosevelt escribió sobre cazar y la persecución justa en su libro The Wilderness Hunter.
Por ejemplo, un cazador ético no dispararía a un animal atrapado en nieve profunda o en un cerco alto.
[8] La "cacería enlatada" puede ser legal en algunas partes del mundo, pero no son representativos de persecución justa.