Forma parte del circuito turístico de la Ruta nacional 40.
Con un valor científico importante debido al estado en el que se encuentra, es muy poco conocida.
En su interior el río incrementa su fuerza debido a la pronunciada pendiente y estrechez de la caverna.
Por leyendas y creencias de lugareños, se mantuvo inexplorada en profundidad durante siglos enteros.
La primera campaña de reconocimiento oficial se realizó en el año 1999 a cargo de Luis Carabelli, Rolando Vergara, Enrique Lipps y Sergio Silva de diferentes grupos espeleológicos argentinos.