La torre, de tres cuerpos, fue agregada a comienzos del siglo XX y cuenta con una pequeña cúpula.
En la parte central de este segundo cuerpo se ubica la ventana del coro y sobre esta un medallón.
Estas piezas que adornan el pasillo central, fueron un regalo del Imperio Austrohúngaro.
La catedral se encuentra en restauración general, se le ha retornado su apariencia original -retirando la piedra de cantera con que había sido recubierta en sus muros exteriores-, blanca en sus tres fachadas, con aplanados encalados, para permitirle a sus muros de piedra muca y ladrillo respirar.
La cúpula ha sido bellamente restaurada, respetando su arquetipo, blanca y recubierta con talavera de Puebla.