A comienzos del siglo XIX, se decide levantar otro más grande y de mayores dimensiones.
La fachada actual fue realizada por Gabriel Luna y Rodríguez, quien había retomado los trabajos anteriores pero en estilo neogótico, diferente al gusto neoclásico que imperaba en la época.
En el segundo se ubican las ventanas del coro, dos en total, con arco de forma ojival.
El interior está decorado con motivos y yeserías renacentistas, destacando los altares, de estilo neoclásico.
Cuenta con algunas pinturas de la época colonial y la sillería del coro presenta una talla fina diseñada por Heliodoro Monroy.