Es la sede del Arzobispo de Údine.
El estilo seguido fue el de las iglesias franciscanas contemporáneas.
En 1348 un terremoto dañó el edificio, que fue restaurado a partir de 1368.
A principios del siglo XVIII se emprendió un proyecto de transformación radical, tanto exterior como interior, a petición y con los fondos de la familia Manin.
El diseñador fue el arquitecto Domenico Rossi, terminando la obra en 1735.