[1][2][3] Su diseño, resultado de un concurso, está basado en el modelo de las basílicas orientadas hacia el oeste.
En la parte izquierda del atrio, se encuentra una reproducción de la gruta donde supuestamente se apareció la Virgen de Lourdes en los Pirineos franceses.
Los vitrales, que en total constituyen 800 metros cuadrados, son de la autoría del maestro vidriero Gabriel Loire, originario de Chartres, Francia.
El color y texturas que proyectan al interior gracias a luz que filtran son uno de los rasgos más característicos de esta iglesia.
Realizados sobre un fondo azul y rojo, recuerdan a las alfombras marroquíes, mientras que las imágenes que muestran son la representación de la Inmaculada Concepción y las apariciones de la virgen, principalmente de la de Lourdes.