La abadía fue construida en el sitio de una anterior abadía merovingia cuyos titulares habían adquirido la dignidad episcopal.
Cuando comenzó la construcción hubo retrasos que significaron cambios de los planos originales, pasando del diseño románico al estilo gótico, notablemente nortorios en el claustro del siglo XIII que ahora alberga un museo de las artes y de las tradiciones populares.
El campanario se caracteriza por su largo pináculo que alcanza hasta 75 metros.
En 1793 durante la Revolución Francesa el edificio fue saqueado y dañado.
Más tarde, se estableció allí una fábrica de cañones.