Fue necesario reemplazar a estos hombres con una tropa profesional y criolla: los llamados Blandengues.
Junto con la llegada de estos hombres, el Cabildo de Buenos Aires dispuso que en los fuertes se incorpore una capilla y vivienda para el religioso que acompañe a dichos milicianos.
La nueva iglesia fue construida en 1801 frente a la plaza (donde hoy es el atrio de la Catedral).
Después de muchas peripecias, el nuevo templo quedó finalizado en 1852.
El viejo templo fue demolido en 1904 y se formó una comisión de notables del pueblo para la construcción del nuevo templo bajo la presidencia de Saturnino Unzué en dicha comisión.
Se llamó a concurso para elegir el estilo del nuevo templo.
En 1912 un temporal produce la voladura de andamiajes, pizarras, pilares y cornisas.
Hasta el momento, las obras eran costeadas por donantes particulares y pequeños comerciantes.
En 1913 aceptó correr todos los gastos que demandase la terminación del templo y también levantar la casa parroquial.
Como dato anecdótico, Unzué decidió donar todo lo que su mejor caballo ganase en los hipódromos.
En 1913 se designó al arquitecto francés Francisque Fleury Tronquoy para confeccionar los planos que modificaron el proyecto original.
[1] El arquitecto Tronquoy había diseñado los planos del famoso Edificio Gath & Chaves en 1912.
En 1920 el obispo auxiliar de La Plata, Santiago Copello, consagró las campanas.
Actualmente se ha encontrado un sistema hidráulico para impedir la filtración de agua.
Las obras contemplan la limpieza del frente, reparación de mampostería y pintura.