Catawba

Hoy son una tribu reconocida federalmente con aproximadamente 2800 personas que viven en una reserva en Rock Hill, Carolina del Sur.

Junto con los cherokee e iroquois, los catawba controlaron importantes rutas comerciales en todo Carolina del Norte.

Aunque se mantuvieron neutrales durante las guerras comerciales, los conflictos coloniales, junto con la enfermedad europea, tuvieron efectos muy dramáticos en el pueblo catawba.

Al final de la Revolución, la gente catawba regresó a su reserva en Carolina del Sur y la encontró destruida.

Se necesitaron otros 20 años de batallas judiciales para recibir el reconocimiento federal oficial, dinero para apoyar los programas educativos y comprar tierras.

Hoy, los catawba son conocidos por su cerámica, sus programas de servicio social y por continuar la lucha para preservar su cultura.

Actualmente viven en la pequeña reserva estatal de Round Hill (Carolina del Sur).

En Nuevo León, México, hay un movimiento juvenil cristiano en el que se realizan grupos sociales, uno de estos se llama Dashen y una de sus escuadras que lo conforman se identifican como los Katawas, haciendo referencia a la tribu catawba, a los cuales les tienen un grande respeto, les pedimos una reacción en esta publicación a cualquiera que este leyendo esto.

En 1950 quedaban unos 375, pero habían aumentado a 631 en 1970 (de los cuales solo unos 10 hablaban la lengua siouana), y hacia 1985 unos 1300 estaban apuntados en el rol tribal.

Cada poblado era gobernado por un caudillo, llamado eractaswa, que presidía un Consejo y tenía gran autoridad.

Se enfrentaron durante muchos años a la Confederación Iroquesa, que les desplazó hacia Virginia en 1700, pero volverían pronto a su territorio original, reforzados por la incorporación de los restos de las tribus eno y sharoki en 1701.

A pesar de esto, desde 1800 les impusieron los Black Codes (para la población no blanca), ya que hasta el siglo XIX fueron indiferentes al cristianismo.

Hacia 1830 el Estado de Carolina del Sur intentó comprar sus tierras, ya que solo vivían unos 100 indios.

Aun así, el parlamento de Carolina del Sur les declaró en 1847 como “nación disuelta”.

En 1856 el antropólogo Oscar M. Lieber les visitó y recogió 300 palabras catawba en una colección de la South Carolina Historical Society.

En 1913 fueron visitados por el antropólogo Franck G. Speck, quien se hizo amigo del jefe Ben Harris (descendiente de Robert Harris, primer catawba que visitó Europa) y con Leola Blue, quien mantuvo la tradición artesanal catawba.

Aun así, no se resignaron, y Gilbert Blue, jefe tribal desde 1973, luchó muy activamente para recuperar la reserva.

Llevaron su caso al Tribunal del Estado en octubre de 1980, y se falló a su favor en 1983.

Catawba en la exposición de 1913.