Esta catarata fue representada en una pintura al óleo en madera por el paisajista neerlandés Frans Post en 1649.
El poeta baiano Castro Alves publicó en 1876 un poema «A Cachoeira de Paulo Afonso», parte integrante de la obra Os Escravos [Los esclavos].
[1] En él el poeta establece un paralelismo con la mitología griega, para dar una dimensión grandiosa a la cascada: A briga colossal dos elementos!
As garras do Centauro em paroxismo Raspando os flancos dos parceis sangrentos.
Las garras del Centauro en paroxismo Raspando los flancos de los acantilados sangrientos.